sábado, 12 de enero de 2008

yohoy

Hace horas que intento concentrarme.

Me desespera ver mis muuuuchos trabajos todos en el mismo punto: cero.

Estoy en cualquier lado: en su viaje, en la compu nueva, en el mail que no contesté porque no quise, en la tarde en la obra, en las ganas de irme a dormir.

Me duele la cabeza.

Cómo sigo?
Será posible… el mate se enfrió otra vez.

Por suerte, de entre todas las cosas de mi escritorio surgen las parejitas bolivianas con su ademán de baile y el deseo de escribir.