viernes, 28 de noviembre de 2008

pellizcame

pestañeo.
una dos tres veces

pestañeo.
una dos tres veces

pestañeo.
una dos tres veces

estoy despierta.

resulta que en el sueño que yo deseo, estás vos, y sos verdad.

compadritos

en el café lindo, un poco moderno, de la esquina del barrio, dos hombres conversan.
cancheros, como casi todos los hombres que comparten mesa en el café.

hablan un poco a los gritos, se muestran que no se gustan -no vaya a confundir-.
no hablan de amores, hablan de minas y de fútbol.

pido un café grande, que me alcance para terminar de escuchar su historia.
pienso que uno sigue siendo pintón. el otro, es más un abuelo viejo.


la luz empieza a perderse. la ciudad arremolina en las ventanas.
la charla de los tipos va bajando de tono. confidencias, parecen.
el café se enfría.

se me hace tarde.
a mi pesar desisto de conocer el final de la historia.


cuando paso, camino a la puerta, por la mesa de los viejos, el pintón llama al mozo casi en un susurro: una lágrima, por favor.

sorprendida, le ofrezco un pañuelito de papel y me cruzo a otro tiempo.

martes, 14 de octubre de 2008

juegos

un teclado es el tablero de un escrabel solitario

hay todas las palabras allí. despeinadas, esperando.

quizá hoy, antes de irme a dormir, enhebre algún hechizo.

habré vuelto?

lunes, 7 de julio de 2008

historias

es tarde.
el amor vuela sobre el amazonas.

ceci en alguna parte, corre y corre y ahora tiene frío y busca un buen baño que la acobije.
la bruja, cena rico y pide un deseo.
nico, espera.
la da, saborea los últimos empujones de una canción que no se cansa.
el juje, trata de soñar lo que se viene.
juani, empieza otra vez, casi por el mismo camino que antes de antes de ayer.
marucha confía.

la niña niña suspira celeste jacarandá.

yo deseo creer.


hay otras historias por allí, menos amables,
que prefiero no invocar.